“Va a haber un acuerdo, pero va a ser malo”, dice Solón desde París, porque ya se conoce el resumen sobre las contribuciones y compromisos de 184 países.
El problema para Solón es que en París no se negocia reducción alguna, porque los países se han puesto de acuerdo de que no se le debe exigir a nadie aumentar sus compromisos.
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) fue adoptada en Nueva York en 1992. Todos los años se reúne la Conferencia de las Partes (COP, por sus siglas en inglés), para buscar nuevos acuerdos sobre el tema. En 1997, los gobiernos acordaron el Protocolo de Kioto con medidas más enérgicas para reducir el aumento de temperatura global, pero el Protocolo fracasó.
La COP21 busca un acuerdo que reemplace el Protocolo de Kioto y evite que el calentamiento global supere los 2 grados centígrados hasta finales del siglo.
Para el especialista, todos los países tienen que reducir las emisiones de gases. “Los países en vías de desarrollo, lejos de apostar por un camino diferente, están siguiendo el mismo camino, olvidando que así hemos llegado a esta situación catastrófica”, y advierte que, de seguir por la misma senda, “el planeta va a entrar en llamas”.
En América Latina, las consecuencias del cambio climático son graves. “Ahora vamos a tener un remezón por el fenómeno del Niño, que viene cada ciertos años, pero los científicos anuncian que este será el niño “Godzilla”, pues va a llegar en diciembre y se va a quedar hasta mediados de 2016. Se prevén grandes inundaciones, sequías, derretimiento de glaciares”, previene.
No se trata de un gran desastre, sino de que, año tras año, los fenómenos naturales van a ser más graves. “Después de este niño “Godzilla” va a venir un niño mucho más fuerte en un periodo más breve. Al desarreglarse el conjunto del sistema medio ambiental de la Tierra, estamos creando una situación donde se van a producir cada vez más desastres naturales en cadena desconocidos. Estos fenómenos existieron en épocas anteriores, pero no en los 100000 años de existencia de los seres humanos”.
El cambio climático es además la principal causa de migración en el mundo, debido al impacto sobre la producción de alimentos y al acceso a fuentes de agua, y provoca un aumento de los conflictos violentos por el acceso a los recursos naturales, como en África. Esto explicaría, entre otros motivos, la guerra civil en Siria, pues, según Solón, entre 2006 y 2011 hubo una gran sequía que agravó las condiciones de vida de muchos sectores.
En cuanto a los resultados de esta Cumbre, Solón es pesimista. Para lograr que el aumento de la temperatura sea menor a dos grados, las emisiones de gas de efecto invernadero deberían bajar a unas 35 giga toneladas para 2030, pero de las contribuciones que los países hicieron llegar a esta conferencia, se deduce que estas emisiones van a estar en 60 giga toneladas, 25 más de la meta, destaca Solón.
“Si se quiere atender el cambio climático, hay que garantizar cero deforestación en el curso de los próximos cinco años y hay que acordar que el 80% de las reservas conocidas de combustibles fósiles quede bajo la tierra”, concluye Solón.