El periódico llama la atención sobre la mala financiación de la salud pública en este país asiático, por lo que sus habitantes a menudo piden consultas a médicos autodidactas o sin licencia.
El galeno rural Yem Chhrim, de 55 años, fue declarado culpable de haber infectado de VIH a numerosos habitantes de la localidad de Roka, en la provincia occidental de Battambang, porque usaba agujas sucias.
Según datos del Banco Mundial, por cada 100.000 camboyanos corresponden 0,2 médicos, una situación parecida existe en Afganistán; en Myanmar esa proporción es de 0,4, mientras en Francia de 3,2.