Según el legislador, "este juicio será histórico, porque será primera vez que se lleve adelante un proceso motivado única y exclusivamente por intereses políticos.
"Es un proceso contra la democracia", sentenció.
Rechazo a la corrupción
Mientras en el frente oficialista se observa un afán de los grupos de poder oligárquico y transnacional en Brasil por echar abajo al Gobierno del Partido de los Trabajadores (PT), la oposición boliviana centra su foco de atención en las denuncias de presunta corrupción contra los líderes de la izquierda brasileña.
Los ciudadanos latinoamericanos rechazan la corrupción por encima de cualquier tendencia política, dijo por su parte a Sputnik Nóvosti este jueves el dirigente opositor Eduardo Maldonado.
"En América Latina estamos presenciando un cambio en la dinámica política. La baja popularidad de algunos mandatarios en la región está demostrando que los pueblos tienen una alta sensibilidad frente a la corrupción y la rechazan más allá de los colores políticos", dijo Maldonado.
Retroceso para América Latina
Para el diputado Borda, la eventual destitución de Rousseff será un golpe de Estado bajo el argumento de la corrupción.
"Sería muy grave (la destitución), un retroceso para América Latina y para el Brasil. Significaría el retorno de una derecha que ha promovido políticas entreguistas. Se truncaría el proceso de integración que se ha logrado en Unasur, Mercosur y en los niveles bilaterales", afirmó el legislador.
A su vez Maldonado, quien fuera Defensor del Pueblo en la ciudad de Potosí (1998-2009) y senador de la Asamblea Legislativa Plurinacional (2010-2015), advirtió que el alejamiento de Rousseff de la presidencia crearía un escenario de inestabilidad en las relaciones con Bolivia.
"Compartimos una extensa frontera, es nuestro principal mercado de gas y un socio estratégico en la región. El cambio de la presidenta generaría un cambio en las relaciones comerciales entre Bolivia y Brasil", opinó Maldonado.
Bolivia y Brasil mantienen una relación de socios estratégicos en la región, la misma que se vio fortalecida por la convergencia política de los mandatarios Evo Morales y Luis Inácio Lula da Silva.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se enfrenta a un proceso de destitución anunciado el miércoles por la noche por el Parlamento bajo la acusación de haber realizado maniobras fiscales irregulares para ajustar las cuentas públicas en 2015.