"La decisión de la OTAN de comenzar las negociaciones con Montenegro para su adhesión es un paso que lleva abiertamente a la confrontación y entraña consecuencias desestabilizadoras para el sistema de la seguridad euroasiática", señaló la Cancillería rusa en un comunicado.
Además destacó que esta "nueva espiral de la expansión de la OTAN afecta directamente los intereses de Rusia y nos obliga a dar una respuesta apropiada".
"La Alianza ha reafirmado otra vez su rumbo a una expansión imprudente de su espacio geopolítico, a la división artificial de los países en aliados y no aliados y a la seguridad propia en detrimento de los demás", subrayó.
El país balcánico, que proclamó su independencia en 2006, esperaba esa invitación de la OTAN y para recibirla llevó a cabo un intenso trabajo diplomático y una campaña para ganar apoyo dentro del país al ingreso en la Alianza.
Los sondeos mostraron, no obstante, que menos de la mitad de la población respalda esta iniciativa.
La adhesión fue apoyada por el Parlamento, pero nunca fue sometida a un referéndum nacional.
El pasado mes de octubre, Montenegro fue escenario de varias protestas multitudinarias contra el ingreso del país en la OTAN que se saldaron con numerosos heridos y detenidos.