El plan PGS estipula crear un portador hipersónico (sus prototipos ya están pasando pruebas), capaz, según se cree, de asestar un golpe no nuclear de alta precisión desde territorio de EEUU contra blancos en todo el planeta en cuestión de una hora desde su lanzamiento.
"La filosofía estadounidense de ataque global es una tontería porque supone ocasionar un daño irreparable en una hora, pero es que sistemas modernos necesitan de 5 a 10 minutos para detectar objetos voladores", dijo Solomónov, quien dirigió el desarrollo de los misiles como Bulavá, Yars, Tópol y otros.
A su juicio, el plan PGS nunca se realizará, pero algunos de sus componentes constituyen un avance en la ingeniería y pueden usarse en la industria civil.
El experto ha recordado que el PGS no es la primera teoría estadounidense inviable, lo fue también la Iniciativa de Defensa Estratégica. Las mentiras relacionadas con este plan, continúa, fueron desenmascaradas por el Congreso de EEUU en 1989 e incluso algunos funcionarios de la Secretaría de Defensa fueron a parar a la prisión.
Lo único que se consiguió con esa 'iniciativa' fue obligar a la URSS a gastar enormes recursos para hacer contrapeso, subrayó.