Con estos fines, el Servicio Federal de Seguridad ruso, FSB, tiene previsto adquirir seis helicópteros ligeros Ka-226T por el valor de unos 33,7 millones de dólares.
Se indica que el objetivo principal de estos helicópteros será la lucha contra el terrorismo y la piratería marítima.
Los nuevos helicópteros realizarán patrullaje a larga distancia, siendo capaces de detectar cualquier movimiento a 600 kilómetros, y se encargarán también de las tareas de inteligencia.
El capitán retirado de navío de Rusia, Vasili Dandikin, cree que tras el derribo del bombardero ruso Su-24 por aviones turcos, la OTAN aumentará su presencia en las aguas del mar Negro.
"Se controlará de manera más rigurosa la violación de las fronteras, los helicópteros prevendrán que los buques turcos entren en las aguas rusas", agregó Dandikin en declaraciones a Izvestia.