La PACE aprobó en abril de 2014 una resolución contra Rusia por la adhesión de Crimea y privó a los parlamentarios rusos del derecho a voto y de participación en las labores de los organismos dirigentes de la Asamblea y de sus misiones de observadores hasta finales del año, así como prorrogó esas sanciones en 2015.
"En gran medida gracias a las diligencias de la PACE y de los parlamentarios europeos que bailan al son de EEUU, Ucrania se ha visto en un atolladero; no fue Rusia sino Occidente quien permitió que en el país arraigaran neonazis y estallara un conflicto civil que puso la economía ucraniana al borde del impago", afirma Narishkin en un artículo que se publica en la web de la Duma.
A su juicio, las mentiras y la táctica del avestruz de las estructuras internacionales como la PACE contribuyeron a la propagación de una información no fidedigna sobre la vida en Crimea.
El presidente de la Duma al mismo tiempo ha reconocido que a diferencia de los dirigentes de la PACE, que eludían conocer la situación verdadera en la península, varios parlamentarios europeos efectuaron viajes a Crimea y después disiparon mitos creados por la propaganda deshonesta.

