El mini-Schengen podría integrar a los países que más que otros miembros de la UE acogen a refugiados: Holanda, Alemania, Austria, Bélgica y Suecia.
"No soy optimista por el momento, estoy muy preocupado", indicó al contestar a la pregunta de si el acuerdo de Schengen puede aguantar la crisis migratoria en la UE.
Si las fronteras exteriores de la UE no se controlan, "muchos van a llamar a nuestra puerta para recibir subvenciones con lo cual socavarán nuestro sistema social".
Al hablar de cómo inmigrantes pueden contribuir al desarrollo económico de la Unión, Dijsselbloem comentó que "a corto plazo la migración acarrea solo gastos, necesitamos dinero para alimentar a inmigrantes, proveerles de viviendas y formación".
Los resultados pueden ser positivos pero la experiencia demuestra que la integración de inmigrantes "requiere mucho trabajo", apuntó.
Al mismo tiempo, agregó que los refugiados sirios en general cuentan con un buen nivel de cualificación profesional.