En una reciente entrevista a medios turcos, el vicepresidente del Partido Republicano del Pueblo de Turquía, Gursel Tekin, señaló que el presidente Erdogan no ve ningunas irregularidades en los negocios de su hijo y sostiene que Bilal simplemente trabaja con empresas japonesas.
"De hecho, Bilal Erdogan está profundamente sumergido en las actividades terroristas, pero mientras su padre mantenga su cargo, Bilal se encontrará protegido contra cualquier persecución legal", denunció.
You are often judged by the company you keep… Here is Bilal Erdogan, son of Turkish President with #ISIS leaders pic.twitter.com/ADA0gjO6Se
— Brexit Dan (@realdealdanny) 25 ноября 2015
Tekin agregó que la compañía de transporte naval BMZ Ltd., vinculada con el tráfico de petróleo del EI, es un negocio familiar, cuyas acciones también pertenecen a varios miembros de la familia del jefe de Estado turco.
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Además, la hija del presidente, Sumeyye Erdogan, podría estar dirigiendo un hospital secreto, ubicado en Turquía cerca de la frontera siria, que ofrece tratamiento médico miembros del EI, según el testimonio de una enfermera que trabajó en ese hospital.
Bilal Erdogan, son of #Turkey's Erdogan, having lunch with ISIS leaders. #Syria Delicious Kebab. pic.twitter.com/tsmJgMpehe
— Nutsflipped (@Nutsflipped_z_1) 7 октября 2014
Anteriormente, fuentes de las Fuerzas Especiales rusas informaron que tienen pruebas de que yihadistas del EI viajan libremente a Turquía para descansar y curar sus heridas.
Las relaciones entre Turquía y Rusia se deterioraron después de que cazas turcos derribasen el pasado martes un bombardero ruso Su-24 que retornaba a su base tras golpear blancos del EI en Siria.
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El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó este hecho como "una puñalada por la espalda" asestada por los "cómplices del terrorismo".
Ankara asegura que el avión violó el espacio aéreo del país, mientras que las autoridades rusas afirman que la aeronave se encontraba en territorio sirio, algo que, según Defensa de Rusia, confirman los datos de radar.