"Estaremos atendiendo un amplio rango de cuestiones durante el próximo año, pero también tenemos la intención de responder a las preocupaciones más urgentes relacionadas con la prevención de la tortura en cada Estado", indica una declaración escrita difundida por la oficina de la ONU en México y fechada en Ginebra.
El protocolo de la convención contra la tortura permite al SPT hacer visitas no anunciadas a lugares donde haya personas privadas de su libertad, incluyendo prisiones, estaciones de policía y hospitales psiquiátricos, pero las fechas exactas están por ser definidas.
El organismo internacional defensor de los Derechos Humanos también proporciona sugerencias y asistencia a los órganos nacionales independientes.
El próximo año la misión anti-tortura de la ONU estará en otros nueve países: Ucrania, Chile, Chipre, Níger, Rumanía, Kazajistán, Mauritania, Mozambique y Túnez, con fechas por establecer.
El relator especial de la ONU sobre tortura, Juan E. Méndez, denunció en abril "un ataque personal", parte del Gobierno de México, como respuesta a su informe en el cual concluye que la tortura en México es "generalizada".
"Con mucho pesar arribé a esa conclusión", sobre la tortura en México, pero "jamás esperé una acusación de México en este sentido" personal.
Según la ONU, la tortura y malos tratos en México consisten en "insultos, destrucción de propiedad, pero también los golpes, usualmente con objetos duros, la electrocución, el "wáter-boarding", y en muchos casos la violencia y la violación sexual".