"Debido a las amenazas terroristas que perduran en Turquía confirmamos nuestra recomendación a los ciudadanos rusos de abstenerse de viajar a la República de Turquía y a los que se encuentran allí por motivos personales volver a Rusia", indicó en un comunicado.
El 25 de noviembre la Agencia de Turismo rusa, Rosturism, recomendó a operadores turísticos rusos suspender la venta de viajes a Turquía hasta el Año Nuevo.
A su vez, el jefe del ente, Oleg Safónov, advirtió que tras el cese del flujo turístico ruso Turquía perderá casi 10.000 millones de dólares.
Las relaciones entre Rusia y Turquía se agravaron tras el derribo del bombardero ruso Su-24 por cazas turcos en la frontera turco-siria.