Desmond Browne, ex ministro de Defensa con escaño ahora en la cámara de los lores, declaró a la BBC que el gobierno británico "tiene la obligación" de proteger los "puntos débiles" de los misiles balísticos Trident de infiltraciones de piratas informáticos.
Lord Browne añadió que un ataque cibernético puede dejar obsoleta la capacidad de los misiles nucleares de forma que "el primer ministro será incapaz de utilizar este sistema cuando lo necesite".
La intervención del destacado político, que sirvió en los gobiernos de Tony Blair y Gordon Brown, coincide con un debate este martes en los Comunes sobre el arsenal nuclear instalado en cuatro submarinos con base en Escocia.
De acuerdo con el plan estratégico en Defensa y Seguridad, presentado este lunes por el primer ministro David Cameron, el presupuesto del programa nuclear se ha disparado un 20 por ciento hasta un coste estimado actualmente en 31.000 millones de libras (unos 44.000 millones de euros).
El líder en Westminster del SNP, Angus Robertson, criticó el "súper caro proyecto de vanidad" del Ejecutivo conservador, que ha fracasado a la hora de luchar "contra el terrorismo, los ataques cibernéticos o convencionales en Reino Unido o en países aliados".
El debate parlamentario que Robertson iniciará esta tarde concluirá con una votación no vinculante sobre el futuro de los Trident.
La moción ha sido denunciada por John McDonnell, portavoz laborista en Finanzas del Partido, como "una treta del SNP".
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— Ministry of Defence (@DefenceHQ) noviembre 23, 2015
La dirección laborista, encabezada por Jeremy Corbyn, difiere de la línea oficial del partido en su oposición a la renovación de la flota de submarinos nucleares.
Corbyn demanda la abstención de sus colegas en la votación de esta noche, pero es probable que muchos desoigan sus instrucciones y voten con el gobierno a favor de la continuidad del programa atómico.