Josu Jon Imaz, el consejero delegado del grupo energético, ya había señalado el pasado mes de octubre que la venta de estos activos es la clave del plan de desinversiones generalista.
Se trata de desprenderse de negocios calificados en estos momentos como no estratégicos, por un valor total de 6.200 millones.
Según recoge el diario digital, el objetivo es "evitar una rebaja del 'rating' hasta bono basura mediante la disminución de la deuda actual (14.000 millones) y el reparto constante de dividendos a los accionistas (un euro por acción)".
Además de esta venta en la región Asia–Pacífico, la petrolera también quiere vender el negocio eólico marino, para llegar a los 6.200 millones de euros.
Se trata de un proyecto de construcción y explotación de molinos de viento de mar por cerca de 1.000 megawatios de potencia instalada en Reino Unido, en los que Gas Natural podría estar interesado.
Estas ventas responden a la fuerte caída del precio del petróleo, que en estos momentos cotiza a 44 dólares el barril.