Pollard, que salió en libertad condicional de la prisión de Butner, en el estado de Carolina del Norte, cumplía una sentencia a cadena perpetua desde 1985 por haber pasado información clasificada a un aliado.
El espía, cuya liberación vía indulto ha solicitado Israel desde hace años a su gran aliado, Washington, tendrá que permanecer en EEUU durante cinco años y no podrá conceder entrevistas, entre otras condiciones.
La prensa estadounidense ha publicado en los últimos días que Pollard tiene previsto instalarse en la zona de Nueva York. Aunque ha solicitado viajar a Israel, la administración del presidente Barack Obama no tiene intención de concederle esta petición a corto plazo.
Pollard es un judío estadounidense que consiguió la nacionalidad israelí cuando cumplía condena en la cárcel. Fue condenado a cadena perpetua en 1987 tras ser considerado culpable de haber pasado información clasificada a Israel cuando trabajaba para la Armada de EEUU.
Los servicios de espionaje exterior de Israel (Mosad) admitieron en los años 90 que Pollard había trabajado para ellos como espía.