"El explosivo, evidentemente, tuvo un mecanismo de relojería, y si el vuelo se demoraba el temporizador habría podido activarse en el avión sin pasajeros", señaló el rotativo.
Una fuente cercana a la investigación aseguró que la explosión tuvo lugar en el salón y no en las bodegas del avión de carga, como se creía anteriormente.
Se supone que el dispositivo pudo ser colocado debajo de uno de los asientos cerca de la ventana.
Según los datos de Kommersant, los investigadores hallaron un fragmento de fuselaje con un agujero de un metro de diámetro, con los bordes deformados hacia el exterior.
"Lo habrían hecho los empleados de limpieza o los encargados de proveer comida y subir el equipaje", señalan.
Los principales sospechosos serán los adeptos del Estado Islámico en el Sinaí, escribe el diario.
El Airbus A321 de la compañía aérea Kogalymavia, que cubría la ruta Sharm el Sheikh-San Petersburgo, se desintegró en pleno vuelo el pasado 31 de octubre en el Sinaí.
La catástrofe, considerada como la peor de la historia de la aviación civil rusa, se saldó con la muerte de 224 personas.
El martes, el director del Servicio Federal de Seguridad, Alexandr Bórtnikov, confirmó que una bomba causó el siniestro.