Los empleados del zoo pusieron en marcha un dispositivo para el hallazgo del animal nada más percatarse de su ausencia.
Pocas horas después, el pequeño zorro fue hallado en una tienda de juguetes.
El animal se había escondido en una estantería con liebres, osos y jirafas de peluche, informa la prensa de Volgogrado.
Sin embargo, el “camuflaje” no le permitió pasar desapercibido durante mucho tiempo.
Una vez descubierto, el animal fue devuelto al zoológico sano y salvo. Eso sí, para atraparlo se requirió la ayuda de los guardias del local porque el zorro no parecía dispuesto a abandonar por su cuenta la entrañable compañía de los peluches.