"Escuché los disparos y todos nos tiramos al suelo. Nosotros estábamos por el centro de la sala, un poco a la izquierda. Antes de los disparos, Juan Alberto estaba delante de mí, por lo que al tirarnos al suelo, mi cabeza quedó cerca de sus piernas, instintivamente, yo trataba de cubrirme la cabeza", explica Ángela Reina en un comunicado publicado este lunes.
"En ese momento no sabía dónde estaba él, pero estoy segura de que él sí sabía dónde estaba yo, porque movió sus piernas para que mi cabeza quedara debajo de él. Me intentó proteger, estoy segura.
Además, "al rato, él se incorporó sentado y me tocó, me dijo algo que no pude entender. Creo que dijo mi nombre, y le vi como mareado, me incorporé y me deslicé sentada hacia él, intenté sujetarlo entre mis brazos, vi que había sangre y creo que empecé a gritar, eso no lo recuerdo bien", prosigue la esposa de Juan Alberto González.
Según relata Reina, tras ese momento, volvió a haber disparos, por lo que volvieron a tumbarse en el suelo y se quedó tumbada en su pecho.
Ángela cuenta que todos los sobrevivientes de la sala salieron a la calle y no les dejaron volver a entrar.
La pareja, de 29 y 33 años, residía en la capital francesa.
Juan Alberto González Garrido es la única víctima mortal confirmada oficialmente por el Gobierno español. El Ejecutivo tuvo dos graves confusiones al comunicar el fallecimiento de dos españoles más que afortunadamente resultaron ser erróneas.