El periodista afirma que el Kremlin logró romper la credibilidad que hasta ahora ostentaban los poderes mediáticos occidentales. Y cita como ejemplo, que Rusia sembró dudas en los ciudadanos europeos y estadounidenses sobre la eficacia de la política exterior norteamericana, en particular, en Oriente Medio. Asimismo, denunció ante la comunidad internacional el papel que jugó Washington en el golpe de Estado en Ucrania.
Según el analista Carlos Martínez, la creciente popularidad de los medios rusos como Sputnik o RT, radica en que “dan información más veraz”, mientras que en Europa “hay una gran desconfianza” en la prensa local.
Por su parte, el profesor Julián Jiménez, repudió las tentativas de Occidente de acallar a los medios alternativos. El experto calificó como “violación a la libertad de expresión” las declaraciones de David Kramer, académico del Instituto de Liderazgo Internacional en Washington, quien sugirió la congelación de activos de la cadena RT a la que calificó de “máquina propagandística de Putin”.
En tanto, Carlos Martínez se mostró convencido de que el cada vez mayor prestigio de Rusia, se debe ante todo, a acciones reales. Aseveró que lo que más ha minado la “credibilidad” de Occidente son los éxitos militares rusos en Siria.