Según las informaciones de la superintendencia de Seguridad de la Fundación CASA, institución dependiente de la Secretaria de Justicia del estado de Sao Paulo, la situación por el momento es de calma tensa, con los jóvenes ocupando la azotea de los edificios e incendiando varias de las instalaciones aunque ya se habrían comenzado negociaciones con los jóvenes amotinados.
Se trata de la segunda rebelión en menos de un mes por la que los 79 jóvenes internos, de hasta 21 años de edad, intentan tomar el control del centro correccional. El pasado 8 de octubre, el secuestro de 4 funcionarios se resolvió en unas horas sin víctimas o heridos que lamentar.
Sin embargo, todas las informaciones apuntaron a que los 2 trabajadores liberados del total de 11 rehenes habrían resultado heridos de diversa consideración durante el motín. El hecho coincide, además, con la mayor oleada de fugas de internos desde 2005 con un total de 487 jóvenes fugados de los centros de la Fundación Casa de Sao Paulo.
En total, los 56 centros correccionales del mayor estado de Brasil sufrieron 8 intentos masivos de fuga que fueron precedidos de motines y secuestro del personal, siendo que en ellos 212 reclusos lograron evadirse de las instalaciones del recinto mientras que 106 fueron recapitulados en las jornadas posteriores por la policía de Sao Paulo.
La Fundación CASA fue creada en el estado de Sao Paulo en 2006 como sustituta a la Fundación Estatal para el Bien Estar del Menor (FEBEM) en un esfuerzo por contener los continuos motines en los centros correccionales con unas políticas de reinserción encaminadas a jóvenes entre los 12 y los 21 años de edad y en colaboración con diversas oenegés como la católica Pastoral del Menor.
A pesar de que el nuevo sistema consiguió la aplicación de las directrices del Estatuto del Niño y el Adolescente así como una reducción de las tasas de reincidencia entre los adolescentes internados, pasando del 29 por ciento al 13 por ciento entre 2006 y 2011, los últimos incidentes de fugas masivas y motines han puesto en entredicho la efectividad de un modelo que en la actualidad atiende a 20.000 menores de todo el estado de Sao Paulo.
Paralelamente, el pasado mes de julio las denuncias de torturas contra 15 adolescentes en la unidad 'Raposo Tavares' de la Fundación Casa y el proceso iniciado por el Ministerio Público de Sao Paulo acabaron con la dimisión de la directora y tres trabajadores de la misma en el mes de agosto, una situación criticada incluso por el gobernador del estado, Geraldo Alckmin, y que reencendió el debate del uso de empresas privadas de seguridad en los centros correccionales de Sao Paulo.
