"Esta vez se recibieron 103 solicitudes, de las cuales fueron aceptadas 92. De ellos 70 ya están en universidades rusas", cuenta Alexandr Egorov, Primer Secretario de la Embajada de Rusia en la Habana y representante de la agencia Rossotrudnichestvo, encargada de otorgar las becas.
"Tenemos muchos estudiantes en la Universidad de Kazán, así como en Moscú, San Petersburgo y otras ciudades, cursando estudios de todo tipo: licenciaturas, posgrados, maestrías y doctorados", refiere Egorov, quien ha estado pendiente de todo el proceso.
Y justamente con ese objetivo, vinieron a La Habana un grupo de rectores, directivos académicos y otros funcionarios de educación rusos, para verse cara a cara con sus homólogos cubanos y entre todos, lograr que cada vez sea más amplia y efectiva esta cooperación.
En pocos e intensos días, los visitantes no sólo conocieron centros educativos de la isla y expusieron las ventajas de las mejores universidades de Rusia y sus posibilidades de intercambio. Además constataron el interés de los cubanos y crearon contactos directos entre las universidades, incluyendo la firma de varios convenios bilaterales.
"Es muy favorable que Rusia vuelva a Cuba. Pienso que en unos años vamos a ocupar aquí uno de los sitios principales", valora Evgeny Szczesniak, primer vicerrector Universidad de Rusia de la Amistad de los Pueblos (RUDN). "Ya tenemos catorce cubanos estudiando con nosotros y no tengo dudas de que esa cantidad será más amplia, no solo en la nuestra sino en otras universidades rusas", aseguró el académico.
"Se trata no sólo de que cien cubanos estudien en Rusia, sino de crear lazos culturales que enriquezcan la historia de ambos países", expresó Natalia Pochinok, Rectora de la Universidad Estatal Social de Rusia. "También que vengan especialistas rusos a Cuba y creen el fundamento necesario para mantener esas cálidas relaciones entre nuestros países, que incluyen además la importante cooperación técnica y económica", dijo la rectora.
Los planes son aumentar la cantidad de becas para próximos cursos, pues cien se considera un número pequeño para la historia y perspectivas de las relaciones entre nuestros países. De momento, este es un camino ascendente que retomamos juntos rusos y cubanos.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK
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