La vedette, que viajaba de pasajera, fue invitada por el piloto Patricio Zocchi y el copiloto Federico Soaje a ingresar en la cabina de mando, donde manipuló los controles del avión en medio de risas y festejos, hechos que fueron grabados por su teléfono celular, que luego ella misma publicó. "Fui una pilota (sic) más, Manejé el avión: ¡fue una experiencia bárbara!", dijo.
"El acceso y permanencia de Xipolitakis en la cabina de mando durante todas las etapas del vuelo AU 2708, inclusive aquellas críticas”, colocó “necesariamente en peligro la seguridad del vuelo. Frente a tal panorama, los descargos presentados (por los pilotos) aparecen como meros intentos de mejorar sus respectivas situaciones procesales, ante tal gravosa imputación", dice el juez Ariel Torres.
Los pilotos y la vedette "deberán responder, en principio, como coautores penalmente responsables de haber ejecutado, a sabiendas, actos que pusieron en peligro la seguridad de una aeronave”, según el texto del Centro de Información Judicial.
"Se debe tomar conciencia de que todo trabajo o ámbito en el que, por el riesgo mismo que la actividad conlleva, se pueda ver comprometida nada menos que la integridad física de terceras personas, no puede ser tomado a la ligera. En ese sentido, lo acontecido durante el vuelo a todas luces evidencia que deliberadamente se dejaron de lado las acciones propias de una profesión tan delicada, para con toda liviandad y alboroto, transformarlo en un irresponsable juego cuasi-mediático", concluye el juez.
Según las regulaciones de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), ninguna persona puede ser admitida en la cabina.
En su canal de youtube ‘Viky Mouse’, la vedette, que apareció con orejas imitando al famoso ratón, señaló que “del tema no voy a hablar, porque me da oscuridad y soy luz”.
Los acusados se enfrentan a penas de cárcel de hasta ocho años.
