El acuerdo prevé la puesta en marcha de un fondo fiduciario con el que los Veintiocho pondrán en marcha políticas de ayuda al desarrollo para controlar los flujos migratorios.
Albiol, que es miembro de la comisión de Desarrollo de la Eurocámara (DEVE) y hará en nombre del Grupo de la Izquierda Unitaria Europea (GUE/NGL) el seguimiento de la puesta en marcha de este fondo para África, ha afirmado que los líderes europeos "están tratando una vez más de lavar su imagen haciendo creer que pretenden ayudar a las personas que están viviendo situaciones de enorme peligro, cuando la política exterior y económica de la UE es precisamente una de las causas de su situación actual".
La eurodiputada ha advertido de que "no existe ninguna garantía de que estos fondos no vayan a utilizarse para seguir oprimiendo a la población".
La izquierda cree lo contrario y alerta de que estos fondos "pueden ser utilizados para la construcción de centros de detención de migrantes en los países de tránsito, para que terceros países hagan el trabajo sucio a Europa".
"No sería la primera vez que esto ocurre", ha añadido, poniendo como ejemplo "el muro entre Argelia y Marruecos que se utiliza para contener la llegada de migrantes y refugiados que han cruzado el Sáhara" y que está siendo "sufragado parcialmente con dinero europeo".
"Mientras, Rajoy ahora no tiene inconveniente en comprometer tres millones de euros para contentar a los gobiernos amigos de países donde existe un nulo respeto por los derechos humanos, como es el caso de Egipto y Eritrea".
"La manera de intentar ir a la raíz de la situación migratoria no puede pasar por reforzar gobiernos que oprimen a su población y la obligan a huir de sus países", ha continuado Albiol, que ha recordado cómo precisamente en Eritrea el 3 por ciento de la población ha tenido que huir por la situación de violencia que vive el país.
La dirigente ha denunciado, "nuestros gobiernos son incapaces de dejar de exportar armas a zonas de conflicto, de invertir el 0,7% en cooperación al desarrollo, o de forzar a las empresas europeas a que dejen de explotar los recursos materiales y humanos de los países del sur".
"Vamos a poner todo de nuestra parte para que el informe que salga de la comisión DEVE no sea cómplice de estas políticas y apueste claramente por una cooperación que trabaje por el empoderamiento de los pueblos del sur y condene de manera firme esta financiación de gobiernos amigos con la excusa de una crisis humanitaria", ha concluido.