El galán de Hollywood acudió a la capital de Escocia a degustar el modesto menú de un café fundado en beneficio de los que no tienen cobijo fijo ni dinero para tomar un bocado cada día.
El actor se personó sonriente en un café de sandwiches de Social Bite, la aventura comercial de dos jóvenes escoceses que destinan las ganancias de su negocio a asociaciones benéficas en ayuda de los sin techo, tanto a nivel nacional como internacional.
Clooney aceptó la invitación del patrón de Social Bite, Josh Littlejohn, y el jueves visitó uno de sus cinco establecimientos con conciencia social abiertos hasta la fecha.
La súper estrella se hizo cientos de selfies en la puerta del café, apretó la mano de otros tantos ciudadanos y propinó besos a un puñado de mujeres, que no cabían en gozo.
Más afortunada se sintió Heather McGowan, de 32 años, quien había ganado un concurso benéfico cuyo premio no era otro que almorzar con el célebre visitante.
McGowan trabaja en eventos matrimoniales y, según contó a los medios locales, sondeó a Clooney acerca de su boda con Amal Alamuddin, abogada libanesa especializada en derechos Humanos y con despacho en Londres.
Clooney asistió por la noche, como invitado estelar, a la cena de gala de los Scottish Business Awards, premios enfocados primordialmente en emprendedores, innovadores y líderes empresariales socialmente comprometidos.
Littlejohn propuso a Clooney acudir a Edimburgo en apoyo de su negocio altruista que quiere extender por toda Escocia y el resto de Reino Unido.
El reconocido galán es cofundador de Not on Our Watch, organización benéfica que quiere acabar con todas las atrocidades mundiales.
Los directores de Social Bite montaron su red de cafés inspirados por la filosofía del Nobel de Paz, el economista Muhammad Yunus.