"La cooperación económica ruso-cubana se desarrolla intensamente, pero por ahora no corresponde al nivel de las relaciones políticas (…) tenemos que continuar realizando un importante trabajo en tres direcciones", dijo al añadir que "la primera dirección es ampliar el comercio y alcanzar los índices más altos, a largo plazo se trata de 1.000 millones de dólares".
La segunda tarea, precisó, consiste en la necesidad de involucrar en las negociaciones a las compañías rusas y cubanas para "cumplir con un interés mutuo por la colaboración".
La tercera dirección, indicó Lijachov, es "crear mecanismos para apoyar el comercio y las inversiones tanto en el marco de la cooperación interestatal como en el marco de la colaboración entre diferentes instituciones del desarrollo".