Sin embargo, una fuente militar familiarizada con los datos de inteligencia indicó a la edición que estas conclusiones son preliminares y se basan solo en la información de los servicios de inteligencia que interceptaron conversaciones entre los terroristas.
"Quedan muchas preguntas sobre cómo ocurrió la catástrofe en caso de un ataque", dijo.
Indicó que por ahora no hay pruebas oficiales de que a bordo de la aeronave fuera perpetrado un atentado, puesto que no todos los fragmentos han sido examinados por lo cual llamó a esperar el fin de la investigación.
"La inteligencia británica cree que el avión con 224 personas se estrelló al explotar una bomba fabricada por la célula del EI en el Sinaí; el líder de este grupo, el clérigo egipcio Abu Osama Al Masri, realizó un pacto con el EI el año pasado en Siria", escribió la edición británica.
Anteriormente el Gobierno británico dio por hecho que una bomba causó la tragedia y más tarde insistió que lo más probable es que el EI estuviera detrás de este acto terrorista.
A su vez, el jefe del Comité que investiga el siniestro, el egipcio Ayman al Muqaddam, subrayó que los expertos no habían llegado todavía a una conclusión sobre las causas de la catástrofe aérea y proseguían recogiendo información.