El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, cree que España es un "aliado fuerte y comprometido" con la defensa colectiva, según reconoce en una entrevista publica ayer con el periódico español ABC.
"España es un aliado fuerte y comprometido con la defensa colectiva", afirma Stoltenberg, con motivo de su visita a España, al agregar que "una defensa colectiva fuerte es el mejor modo de prevenir una guerra".
"Estos dos señores se dedican a tomarle el pelo a los ciudadanos": España, dice, "es ahora muy aliada de la OTAN porque fundamentalmente tiene un Gobierno totalmente entregado a la política norteamericana" y por tanto a "la dirección de la Alianza Atlántica".
Es aliado por su "situación estratégica" y porque ha cedido "instalaciones criticas para la labor de la alianza militar occidental, fundamentalmente las bases de Rota y de Morón", denuncia Aguilar: "¿Se les ha dicho a los ciudadanos españoles que la zona de Cádiz, de Sevilla, de Madrid o de Valencia podrían ser objetivo en un momento determinado de un misil intercontinental ruso? No", se contesta el experto.
"¿Justificaría cualquier beneficio económico o político ese riesgo? No. ¿Esta alianza nos asegura una defensa permanente y en cualquier circunstancia? No", prosigue.
De hecho Ceuta y Melilla, dos ciudades españolas en el norte de África, y Canarias, no están defendidas por la OTAN.
El periodista alerta que España será objetivo no solo de los países que puedan tener un conflicto con la OTAN, "sino también de países que puedan tener organizaciones terroristas enfrentadas con la OTAN como podrían ser a lo largo de todo el Magreb o el Estado Islámico (EI)".
Porque "tener que escuchar a Stoltenberg que la Alianza está preparada para ayudar a Libia cuando la situación sobre el terreno lo permita es insultante, es una tomadura de pelo": "ellos han sido, con colaboración española, los que destrozaron Libia y lo han convertido en un Estado fallido", explica.
Aguilar cree que la posición española es ahora peor que la que se heredó del franquismo en su relación con la organización militar porque "hay menos oposición social", porque durante dos o tres generaciones "han ido convenciendo a la población de las bondades de la OTAN".
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"No hay sensibilidad": por "desgracia gran parte del movimiento anti-OTAN que existió durante la transición y que tuvo una fuerza inmensa se ha desmovilizado".
"Las situaciones nos van atropellando y el paro hoy nos acucia más que unas bases militares", alerta el analista, que cree que es "una irresponsabilidad de los movimientos sociales y de los partidos de izquierda que siempre hicieron bandera de este tema", su renuncia actual.
Han pasado más de 30 años "y nos han metido en guerras, como la de Irak, la de Libia, la de Afganistán, la de los Balcanes, por citar algunas".
La OTAN "nunca nos ha traído paz", al contrario, "hemos perdido compatriotas".
Para Aguilar, éste el momento para que la sociedad española se "replantee esta situación que solo sirve a los intereses del complejo militar industrial de los grandes consorcios, del capitalismo financiero y de las potencias occidentales".
El EI no es un enemigo creíble para la OTAN
Además, Aguilar indicó que la única razón de ser la OTAN "es la existencia de un enemigo creíble" y el EI "no es un enemigo creíble", porque si la Alianza Atlántica y la coalición internacional que conforman más de 30 países quisiera "el EI se habría acabado hace meses".
La OTAN "sobrevive por la existencia real o inventada de un enemigo creíble y en este caso es inventado" y "está forzando a que ese enemigo inventado sea real".
Rusia, ante la amenaza, "cuando se ve rodeada de bases norteamericanas o de la OTAN, cuando se ve rodeada de maniobras militares en su propia frontera", es cuando se plantea "muy seriamente la defensa, la respuesta ante esa situación", explica Aguilar.
Y entonces "es cuando se hace creíble, cuando el enemigo inventado se hace real, es decir, 'yo creo el problema para luego dar la solución'" opina el experto.
Es una situación que "venimos sufriendo desde que acabó la Segunda Guerra Mundial", cuando se estableció una política de bloques, "o de un bloque que necesita económicamente para su subsistencia de un complejo militar industrial muy fuerte que es el que conforma la OTAN y esos intereses siempre están por encima de los de la paz de los ciudadanos", concluye Aguilar.