"En la prensa Snowden creó una oleada de pavor, informó que nos estamos dirigiendo hacia un mundo donde los servicios de inteligencia británicos constantemente revisan los emailes y los datos y contactos de internet de cada persona", dijo Grieve al calificar las filtraciones de un "catálogo del horror".
Grieve insistió que "es poco probable que en Moscú o en Pekín alguien esté escuchando a escondidas esta conversación nuestra".
Sin embargo, reconoció que "Snowden hizo patentes esferas de posibilidades eventuales a las que la gente no solía prestar atención".
En junio de 2013, Snowden filtró a los periódicos The Washington Post y The Guardian archivos clasificados sobre los programas globales de cibervigilancia de EEUU y el Reino Unido.
En EEUU Snowden podría ser condenado a 30 años de prisión por acusaciones de espionaje.
Actualmente reside en Rusia donde obtuvo asilo político.