"Desgraciadamente, en esa esfera, en la esfera de los sistemas de defensa antimisiles (DAM), vemos que (esa actividad) está dirigida a alcanzar una ventaja militar respecto a Rusia", aseguró el diplomático.
Grushkó destacó que los países de la Alianza han renunciado al sistema colectivo de defensa "en gran parte por cuestiones de carácter ideológico".
Recordó que EEUU y sus aliados realizaron recientemente ejercicios militares de gran envergadura donde se escenificó el rechazo de ataques balísticos.
"Llama la atención el hecho de que, al organizar esas maniobras, se representa un ataque no solo con cohetes balísticos aislados, sino ataques bastante masivos, todo indica claramente que ese sistema no se está creando para rechazar la llamada amenaza iraní", subrayó.
La Casa Blanca confirmó a finales de septiembre pasado que elementos del sistema DAM estadounidense empezarán a funcionar antes de finales de año en la localidad rumana de Deveselu, en la antigua base aérea construida por técnicos soviéticos en 1952 y situada a unos 100 kilómetros de Bucarest.
Será la primera instalación del escudo estadounidense antimisiles en Europa del Este, una base similar se situará en Polonia en 2018, según los planes de EEUU.
Washington declara que su DAM está apuntado contra países como Irán, que pueden atacar EEUU con cohetes, pero Rusia afirma que se trata de la militarización de Europa oriental, lo que contradice los intereses de la estabilidad regional.
El director del Departamento de No Proliferación del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Mijaíl Uliánov, aseguró anteriormente que el programa de misiles de Irán no puede representar una amenaza para Europa y se trata solo de un pretexto para involucrar a los aliados europeos de Washington en una confrontación con Moscú, la cual "al parecer, responde a los intereses de EEUU".