La financiación del fondo perteneciente al ruso Mijaíl Fridman estará, por tanto, condicionada a la adquisición de TIM, filial de Telecom Italia en Brasil y la segunda compañía por número de clientes en el sector de la telefonía móvil, un complemento ideal para Oi la cual se sitúa como cuarta en esa categoría y líder en el sector de telefonía fija con la mayor red del país sudamericano.
"La operación reducirá el apalancamiento de Oi convirtiéndola en un player más robusto", detalló el comunicado de la empresa Oi de este viernes en el que se calificó la eventual fusión con TIM como "la constitución de la operadora más completa y mejor posicionada, capaz de competir con players globales ya instalados en el país", una clara referencia a la española Telefónica, líder en Brasil a través de la empresa Vivo.
Por su parte, el ministro de Comunicaciones de Brasil, André Figueiredo, señaló este viernes, en una entrevista publicada en el diario económico brasileño Valor, su "preocupación" por una operación de un calibre tal que podría suponer una "reducción de los competidores" en el mercado de la telefonía móvil en el país, aunque matizó que el Ejecutivo no se opone a la misma.