El contrato ha sido firmado durante una reunión mantenida este jueves en Pekín entre la canciller alemana, Ángela Merkel, y el primer ministro chino, Li Keqiang.
El acuerdo contempla la adquisición de 30 unidades del modelo A330 y un centenar del modelo A320.
Airbus ya había firmado en julio la venta de 45 unidades del A330 y con opción a 30 unidades más.
El pasado mes, Boeing anunció la venta de 300 aviones en una de las mayores operaciones del sector aeronáutico.
El constructor americano también firmó con la Corporación de Aviación Comercial de China (COMAC, por sus siglas inglesas) la apertura de una planta de acabado de modelos 737.
Esa planta será la primera de Boeing fuera de Estados Unidos y revela el interés por localizar la fabricación en China para rivalizar con Airbus.
La compañía europea ya fabrica hace años los modelos A320 en su planta de Tianjin, al sur de Pekín, y en julio anunció que ultimaba un acuerdo para levantar un centro de ensamblaje para los modelos A330.
El desarrollo del sector aéreo nacional y la pujante clase media convertirá a China en 2034 en el primer mercado global, con uno de cada cinco pasajeros del mundo viajando a, desde o dentro del país asiático.
Rusia también se ha decidido a entrar en un mercado monopolizado por Boeing y Airbus.
La compañía rusa United Aircraft Corp. y COMAC están negociando la fabricación conjunta de un avión, desveló este año el viceministro de Industria, Andrey Boginsky.
El sector nacional está desarrollando su propio modelo C919 para que compita con el 737 y el A320, pero el proceso se desarrolla más lento de lo esperado.