En el punto seis de la declaración que consta de nueve puntos, los partidos piden al Parlamento regional que como inicio del "proceso de desconexión democrática no se supeditarán a las decisiones de las instituciones del Estado español, en particular del Tribunal Constitucional, a quien considera deslegitimado y sin competencia a raíz de la sentencia de junio de 2010 sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña votado previamente por el pueblo en referéndum, entre otros".
Esta declaración se acabó de negociar ayer por la noche.
La CUP insistió en que el nuevo Parlamento, con mayoría absoluta independentista, debe aprobar esta resolución en su primera sesión incluso antes de la investidura del nuevo presidente secesionista.
La CUP ha dicho que no votará al actual presidente en funciones del Gobierno catalán, Artur Mas, y exige un nuevo candidato.
Convergencia Democrática de Cataluña, el partido que lidera a Mas, está presuntamente implicado en un escándalo del cobro del por ciento de comisiones empresarios a cambio de adjudicarles obra pública.
La líder en Cataluña del partido liberal Ciudadanos (C's), Inés Arrimado, ha calificado la declaración de "golpe contra la democracia" y asegurado que su partido utilizará "todos los mecanismos políticos y legales posibles" para evitar que la iniciativa de los independentistas prospere.
"Lo que no han ganado en las urnas lo quieren ganar con declaraciones fuera del ordenamiento democrático y constitucional", ha dicho Arrimadas ante los periodistas frente al Parlamento catalán.