La materia oscura es uno de los enigmas más importantes de la física y los científicos creen en su existencia pero hasta la fecha no ha sido detectada.
El aparato despegará desde la base de Jiuquan, en el noroeste del país, ha precisado Wu, al añadir que todas las pruebas se han completado con éxito.
"Ha sido complicado desarrollar la carga útil del satélite y pese a las dificultades hemos logrado diseñar los equipos ópticos", confesó.
China además lanzará en el primer semestre de 2016 el satélite recuperable SJ-10 para investigaciones en microgravedad que facilitarán las futuras misiones tripuladas.
En concreto se realizarán 19 experimentos en seis áreas desde la mecánica de fluidos hasta la combustión y la ciencia de los materiales, y pasando por el estudio del efecto de la radiación espacial.
Colaboran en el proyecto SJ-10 las agencias espaciales de Europa y Japón.
El calendario de lanzamientos incluye también un telescopio de rayos X duros para observar agujeros negros, estrellas de neutrones y otros fenómenos.
Wu remarcó que desde que comenzó la era espacial en 1957, EEUU y la Unión Soviética, luego Rusia, fueron los pioneros en el 90 por ciento de los casos, aunque en los últimos años Europa y Japón han logrado también grandes avances.
"Pero nunca se oyó alguna mención china en estas misiones y ahora que China es la segunda economía más grande del mundo y un actor importante en temas espaciales, tenemos que hacer contribuciones a la ciencia", apuntó.
Pekín, sostuvo Wu, no solo debe seguir a los demás en cuanto a la exploración espacial, sino también debe plantearse desafíos que otros no lo hicieron, como enviar una sonda a la cara oculta de la Luna.