"Lo que sucedió no es una casualidad, había fuego amigo que creía que me hacía agravio a mí y no se dio cuenta de que se estaba haciendo agravio a sí mismo", dijo en alusión a representantes del oficialismo que afectaron su candidatura, aunque no quiso dar nombres.
En su habitual comparecencia ante los medios, el actual jefe de Gabinete argentino también dio a entender que tuvo acceso a los primeros resultados antes que el resto del país, que no conoció los primeros guarismos hasta pasada la medianoche.
"Nosotros vimos los primeros números cuando estaban saliendo, hubo un retraso en la carga, a las 21 horas no vimos los números, y (más adelante) aparece una suerte de catarata de telegramas, y los resultados al 50 por ciento mostraban la claridad", señaló el funcionario.
Los primeros datos difundidos oficialmente por la Cámara Nacional Electoral tenían contabilizado más del 60 por ciento de los votos cuando aparecieron por primera vez, a medianoche.
Fernández admitió que las elecciones del domingo fueron transparentes, felicitó a la gobernadora electa por su triunfo en la provincia de Buenos Aires y le deseó que tuviera una buena gestión en el territorio.
El jefe de Gabinete admitió que la diferencia entre Vidal y él fue de cuatro puntos, equivalentes a unos 370.000 votos.
El ex aspirante a la gobernación reconoció que los resultados de su propio desempeño fueron "particulares" y que todavía no podía sacar conclusiones "tan inmediatas".
Fernández se negó a hacer un balance sobre sobre su futuro, y pidió a la prensa que le dejaran un tiempo para la reflexión.
No obstante, no descartó dar un paso al costado en la política.
"Lo mejor, llegado el momento, es que yo me tenga que correr, porque estas respuestas también dicen estas cosas; si colaboro con la política, de la que no pretendo irme nunca, quizás sea para que otros más jóvenes que yo tengan vocación de participar… Llega el momento donde yo tengo que dar un paso al costado", señaló.
La Cámara Nacional Electoral informó este lunes que, con el 96,71 por ciento de las mesas escrutadas, Vidal tenía 39,49 por ciento de los votos, mientras que Fernández recogía 35,18 por ciento.