Massa está tercero en las encuestas, con 20 por ciento de las preferencias, detrás del favorito Daniel Scioli (40 por ciento), de la coalición gobernante Frente para la Victoria (centroizquierda), y de Mauricio Macri (30 por ciento), de la alianza Cambiemos (centroderecha).
Pero algunos sondeos indican que el postulante de la coalición Unidos por una Nueva Alternativa (UNA, de centroderecha) sería el preferido de la oposición en una eventual segunda vuelta.
“Scioli pierde y el kirchnerismo se termina. Somos los únicos que le ganamos a Scioli en segunda vuelta”, repite el candidato de UNA en cada uno de sus actos.
Esponja política
Massa, hijo de una ama de casa y de un inmigrante italiano convertido en pequeño empresario de la construcción, nació el 28 de abril de 1972 en la localidad de San Martín, en la provincia de Buenos Aires.
Heredó la capacidad de trabajo paterna y ya de adolescente se destacó en la arena política por su excelente memoria, su carisma y sus habilidades para el debate de ideas.
Nació a la vida política en la juventud de la Unión del Centro Democrático (liberal-conservadora), que se alió en 1995 al Gobierno de Carlos Menem, del Partido Justicialista (peronista), y terminó disolviéndose mientras sus dirigentes se integraban a la histórica fuerza fundada en 1947 por Juan Domingo Perón.
En 1999, con 27 años, ganó un escaño como diputado provincial por Buenos Aires, convirtiéndose en el congresista más joven del país.
Luego de la crisis política, económica y social que golpeó Argentina a fines de 2001, y ya con Eduardo Duhalde como presidente, dirigió la Administración Nacional de la Seguridad Social, “una bomba radioactiva que Massa logró convertir en su trampolín a las ligas mayores”, según el periodista Marcelo Veneranda en un artículo del diario La Nación de agosto de 2013.
Su exitosa gestión al frente de un organismo en decadencia le valió la confianza de Néstor Kirchner, investido presidente en mayo de 2003, quien mantuvo a Massa en ese cargo durante los cuatro años de su Gobierno.
Pero la relación de Massa con Kirchner y con su esposa Cristina Fernández, presidenta desde 2007, habría de quebrarse muy pronto.
En 2009, cuando llevaba un año como jefe de Gabinete de la presidenta Fernández, Massa se alejó del kirchnerismo.
La filtración de unos cables de Wikileaks, en los que Massa calificaba a Kirchner de “psicópata” y de “monstruo” y aseguraba que la presidenta Fernández estaba “sometida” políticamente a su esposo, a quien remitía “casi todos los asuntos”, fueron el golpe de gracia de un vínculo que se había deteriorado en proporción al ascenso político del joven dirigente.
Sus oponentes le critican haber atravesado todo el espectro político-ideológico durante su carrera, pero sus allegados destacan que el éxito de Massa radica en haber tomado lo mejor de los dos últimos líderes del peronismo, Menem y Kirchner.
“Yo trato de aprender de todos y en ese sentido no tengo pruritos. Diría que soy una esponja”, dijo para un artículo publicado por la Revista Anfibia.
Combate a la delincuencia
Su gestión como intendente (alcalde) del municipio bonaerense de Tigre ha consolidado su figura política.
En 2011 consiguió la reelección con el 74 por ciento de los sufragios, lo que lo convirtió en el intendente más votado de la provincia de Buenos Aires.
La victoria en las elecciones legislativas de 2013, en las que fue elegido diputado, terminó colocándolo como una figura política de importancia.
Ese mismo año concluyó su carrera de abogado, que había iniciado más de una década atrás y abandonado por la actividad política.
Su estrategia de combate a la delincuencia, basada en la instalación masiva de cámaras de seguridad en una ciudad de alto poder adquisitivo como Tigre, donde más de la mitad de la población vive en barrios privados, cimentó un triunfo que busca repetir a escala nacional apelando a la misma fórmula.
“Si tenemos la responsabilidad de gobernar la Argentina, a partir del 10 de diciembre vamos a decretar a nivel nacional y en la provincia de Buenos Aires la emergencia en seguridad… Si el próximo presidente no resuelve la inseguridad, habrá pasado sin pena ni gloria” ”, dijo en un acto el 14 de octubre.
Con pocas chances, pero con la esperanza intacta, Sergio Massa es el tercero en discordia que apunta a ser el gran protagonista de los comicios del domingo.
