Una fuente próxima al jefe de la diplomacia estadounidense indicó a la prensa que Kerry pretende rebajar el tono de las acusaciones que israelíes y palestinos se hacen mutuamente en las declaraciones públicas.
En las últimas 24 horas se ha producido una gran polémica por las declaraciones que Netanyahu efectuó antes de ayer, en las que aseguró que Adolf Hitler quería expulsar a los judíos de Europa, pero no exterminarlos, y que la idea de asesinarlos en masa se la dio el entonces Gran muftí de Jerusalén, el Haj Amin al Huseini.
Responsables de la administración del presidente de EEUU, Barack Obama, señalaron ayer que las afirmaciones de Netanyahu sobre Hitler y el muftí solo contribuyen a incendiar el ambiente, y llamaron a israelíes y palestinos a evitar los comentarios y acusaciones provocativos y que puedan alimentar la violencia.
Kerry explicó a Netanyahu, según fuentes de la delegación estadounidense presente en Berlín, que había hablado por teléfono con el rey Abdalá de Jordania y con el presiente palestino, Mahmud Abás, y que "los dos quieren reducir" la escalada de la violencia en Israel y Palestina, que se ha disparado desde principios de octubre.
Otro miembro de la delegación de Kerry señaló al diario israelí Haaretz que en la reunión que mantuvo hoy con Netanyahu y en los encuentros que llevará a cabo mañana en Amán con Abás y el rey Abdalá, el jefe de la diplomacia estadounidense quiere intentar aclarar cuáles son los puntos de vista de cada uno sobre la importancia del statu quo vigente en la Explanada de las Mezquitas, en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
Por su parte, Netanyahu, al principio de su reunión, dijo a Kerry: "Es tiempo de que la comunidad internacional le diga al presidente Abás que deje de esparcir mentiras sobre las presuntas intenciones de Israel de cambiar el statu quo o de destruir la mezquita de Al Aqsa".
Según la norma vigente, en el recinto de la Explanada de las Mezquitas solo está permitido el rezo a los musulmanes, aunque pueden entrar visitantes de todas las confesiones.
"Nosotros somos los que mantenemos el statu quo y protegemos los lugares sagrados de Jerusalén, nos defendemos, como haría cualquier democracia, de los ataques terroristas", afirmó Netanyahu al subrayar que "para generar esperanza, tenemos que parar el terror y para acabar con él, tenemos que detener la incitación".