Los pedidos de medidas de seguridad adicionales "eran analizados por profesionales del Departamento (de Estado)… yo no los vi, no los aprobé ni los rechacé", argumentó Clinton, al ser consultada por el representante Elijah Cummings, integrante del comité, por qué Washington rechazó varios reclamos de disponer más controles a la sede diplomática.
"Yo no iba a imponer en ello mi juicio, que no está basado en la experiencia que tienen ellos (los profesionales en seguridad)", indicó Clinton.
La precandidata presidencial señaló que la misión diplomática de EEUU en Bengasi, se centraba en la prevención de la proliferación de las armas tras la caída del Gobierno de Muammar Gaddafi.
"Él [el embajador estadounidense en Libia Chris Stevens] también sabía cuán urgente era asegurar que las armas de Gaddafi, esparcidas por todo el país, entre ellas misiles portátiles capaces de bajar un avión del cielo, no cayeran en las manos equivocadas", afirmó Clinton.
El ataque a la embajada se produjo el 11 de septiembre de 2012, y en él fallecieron el embajador estadounidense Christopher Stevens, el especialista en tecnologías Sean Smith y los oficiales de seguridad Glen Doherty y Tyrone Woods.
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Clinton es objeto de numerosas acusaciones por ese atentado y por su desempeño en el Departamento de Estado entre 2009 y 2013, sobre todo luego de que hace unos meses se descubriera que utilizaba una cuenta de correo privada para manejar asuntos de Gobierno.