Aprovado por 17 votos contra 9, el texto tampoco incluyó a los expresidentes de la petrolera, José Sergio Gabrielli y Graça Foster, y se limitó a señalar a los exdirectores Paulo Roberto Costa, Renato Duque, Pedro Barusco y Venina Velosa, es decir, aquellos que ya son objeto de procesos ante la Justicia Federal y, en la mayoría de los casos, se encuentran bajo prisión preventiva.

Las críticas al informe final no se hicieron esperar por parte del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), el Partido de la Social Democracia de Brasil (PSDB), Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y el Partido Social Democrático (PSD), quienes exigieron, entre otras cosas, la inclusión del presidente del Congreso, Eduardo Cunha, como uno de los implicados en la red corrupta tras haber sido demostrada su participación por la Justicia Federal y del Ministerio Público de Suiza.
Cabe recordar que el expresidente fue acusado de recibir 26 millones de reales (6,6 millones de dólares) de la red corrupta que trabajaba en torno a los contratos con Petrobras, a pesar de que el único presidente brasileño en sufrir un 'impeachment' (moción de censura) en 1992 ha negado sistemáticamente todas las acusaciones en su contra e incluso sugirió la posibilidad de aportar él mismo nuevas informaciones contra otros políticos si su caso avanzaba en la justicia del país.