"El ambiente es de decepción y desesperanza, ya que ninguno de los dos candidatos convence realmente. No están dando una alternativa viable para superar los procesos y conflictos que se vivieron en la coyuntura reciente", explicó Luis Fernando Mack, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) de Guatemala.
El pasado mes de mayo aparecieron pruebas fehacientes sobre corrupción política en el caso de defraudación aduanera conocido como La Línea, que terminó con la renuncia y detención de la ex vicepresidenta, Roxana Baldetti, y con el juicio político, la dimisión y el arresto del expresidente, Otto Pérez Molina.
Ese "despertar ciudadano" contrasta fuertemente con el resultado de las elecciones del 6 de septiembre en primera vuelta, "cuando pasaron candidatos que no llenan las expectativas ciudadanas", observó Mack.
En ese sentido, "hay un fuerte debate sobre lo que significaron los acontecimientos de abril a septiembre de este año y sobre el futuro de nuestra democracia", agregó el profesor de FLACSO.
En Guatemala, continuó, existe la conciencia de que "sin cambios estructurales reales" lo ocurrido a lo largo de este año "será meramente anecdótico".
Esos cambios pasan necesariamente por conseguir una nueva legislación electoral y por reformar la Constitución y la Ley del Servicio Civil con el objetivo de que "se profundice la democratización y se favorezca la profesionalización de los servidores públicos", agregó Mack.
Participación histórica en primera vuelta
El 6 de septiembre el comediante Jimmy Morales, del derechista Frente de Convergencia Nacional, obtuvo el 23,99 por ciento de los votos mientras que la ex primera dama Sandra Torres, de la centroizquierdista Unidad Nacional de la Esperanza, logró el 19,75 por ciento en unos comicios que contaron con una histórica participación de 70,38 por ciento.
En opinión del analista político José Carlos Sanabria, "nada tiene que ver el ambiente de esta segunda vuelta con el que se vivió en la primera", puesto que "hay un clima bastante apático".
A los actuales candidatos presidenciales "no se les ve como la salida a la crisis", sino al contrario: "esta crisis política se va a agudizar con una fuerte crisis financiera que está viviendo el Estado", dijo Sanabria a Sputnik Nóvosti.
"Las instituciones que va a recibir el próximo Gobierno se encuentran financieramente débiles", agregó.
Ambos analistas consideran que el electorado guatemalteco se divide entre quienes buscan en Morales la figura del antipolítico y quienes se decantan por Torres debido a su experiencia.