Si finalmente se pueden consultar los documentos desde todos los países "se pondrán las cosas más difíciles" para hacerlo llegar a la población, según asegura Tom Kucharz, portavoz de Ecologistas en Acción, en declaraciones a Público.
"Los funcionarios del Ministerio recibían hasta el momento estos documentos en su correo electrónico, tenían más fácil filtrarlo o analizarlo", mientras que "de aplicarse lo que propone la Comisión, los recibirían en la Reading Room, donde primero tienes que pedir permiso, tienes horarios restringidos, tienes que saber qué quieres ver", explica.
Según Kucharz, con esta nueva medida, se podrá saber en qué Estado se filtran y por consiguiente "se le cortarán los flujos de documentos y ese país estará obligado a investigar".
Hasta el momento, la consulta de los documentos solo la podían realizar los eurodiputados en Bruselas, que podían acceder a las "Reading Rooms" durante un tiempo máximo de dos horas, previa cita y sin hacer copias o fotos.
La Comisión Europea ha recibido duras críticas de los parlamentarios, especialmente de la izquierda, y varias organizaciones de la sociedad civil por la "opaca" negociación de este tratado.
Este proceso de negociaciones se realiza en el más absoluto secreto, dado que en el texto del TTIP se incorporan advertencias explícitas sobre la prohibición de hacer público el tratado.
Desde que este tratado de libre comercio ha salido a la luz, numerosas organizaciones y partidos políticos de izquierda han iniciado una campaña para pedir su paralización porque causará "más pobreza y desigualdad".
La pasada semana se entregaron en Bruselas más de 3 millones de firmas contra estos acuerdos, en concreto, 3.263.920 de firmas procedentes de todos los países europeos.