La indefensión solo ha sido paliada "por el asilo otorgado por Ecuador", que ve justificada así la acertada decisión que tomó y "cuyo cumplimiento a través del pertinente salvoconducto insistimos en reclamar".
La defensa señala que la Fiscalía británica "aconsejó" a la Fiscalía sueca, "sin que conste razón suficiente", que el interrogatorio de Assange se realizara en Suecia, pese a que podía haber sido interrogado en el Reino Unido "habida cuenta que no existían ni existen cargos contra él".
Para Garzón, con esta decisión, se puso al activista en una "clara indefensión" y se "vició todo el procedimiento posterior al constatarse que la falta de interrogatorio en Reino Unido no obedecía a razones legales, sino de oportunidad".
En otro documento, del 13 de enero, le indica: "Por favor, no piensen que el caso se está tratando como cualquier otra petición de extradición".
La tramitación de la orden europea de detención y entrega ante los tribunales británicos fue emitida sobre "la base incierta de que el interrogatorio solo se podía realizar de manera adecuada en Suecia y de ahí la necesidad de su detención y traslado, pese a la disponibilidad de cooperación" de Assange, concluye Garzón.
El exjuez ve "un manifestó trasfondo político" en esta reclamación.