Drones, un crimen contra la humanidad
"Cuando miremos hacia atrás y nos detengamos en este día, encontraremos la noticia de seguridad nacional más importante de año". Edward Snowden no necesitó los 140 caracteres que permite Twitter para dar a conocer la que considera una de las grandes filtraciones de este año. Le bastó con 125.
Los documentos secretos fueron entregados en dos series de diapositivas por un funcionario de inteligencia de forma anónima a The Intercept, revista digital fundada por el periodista Glenn Greenwald, a quien Snowden cedió sus filtraciones en 2013, y que publicó el periódico británico The Guardian.
Los "papeles" muestran que el Gobierno de Estados Unidos ha clasificado a personas no identificadas que no eran los objetivos previstos, y que murieron en los ataques con drones como "enemigos muertos en combate", para de esta manera tapar la verdadera cifra de bajas civiles.
El funcionario que hizo la filtración se animó con una definción sobre el uso de los drones: "Es una manera muy elegante y eficiente de llevar a cabo la guerra, sin los enormes errores de invasión de tierra de Irak y Afganistán". Lo de elegante y eficiente que se lo digan, por ejemplo, a quienes resultaron muertos en una boda en Yemen debido a un ataque "por error" con drones.