"En este estadio de las actuaciones podemos concluir que nos encontramos ante una defraudación que causa perjuicio a una generalidad de personas en el ámbito territorial de más de una audiencia", arguye en su escrito la Fiscalía.
Estas emisiones podrían haber causado daños importantes a la calidad del aire.
La Fiscalía recuerda que estos coches en teoría "poco contaminantes" recibían por esta cualidad subvenciones del Estado, lo que en realidad ha sido un engaño a Hacienda.
La manipulación, relata la Fiscalía, "parece consistir en la instalación de un programa informático que detecta cuándo el vehículo se encuentra en un banco de pruebas al objeto de reducir sus emisiones contaminantes dentro de los parámetros exigidos por la normativa medioambiental. "
Supuestamente, para resolver el problema, "el fabricante introdujo un software capaz de detectar cuándo el vehículo estaba siendo testado para comprobar sus emisiones contaminantes de manera que en ese momento tuviera un funcionamiento menos eficiente (con mayor consumo de combustible) y, por tanto, menos contaminante".
Seat, la filial española de la compañía alemana, detalló el 1 de octubre en un comunicado que, de los automóviles con motores diesel fraudulentos, 257.479 corresponden a la marca Volkswagen; 221.783 a la española Seat; 147.095 a Audi; 37.082 a Skoda y 20.187 a Volkswagen Vehículos Comerciales.
El ministro español de Industria, José Manuel Soria, precisó que Müller le garantizó que seguirán con las inversiones de 3.200 millones de euros para la fábrica de Seat en Martorell, Barcelona, y las de 1.000 millones de euros para la navarra de Landaben.
Volkswagen le recordó, dijo Soria, que el programa de inversiones conlleva ayudas del Gobierno español a la innovación.
El anuncio de Müller a Soria se produjo después de que el nuevo consejero delegado alemán alertase que el grupo automovilístico comprobará "todas las inversiones" planeadas en los próximos meses, para "cancelar o aplazar todo lo que no sea estrictamente necesario".