Fuentes del Ejecutivo señalaron que unidades del Ejército israelí reforzarán a la policía en las ciudades —especialmente en el centro-.
También se pondrán barreras en los accesos a los barrios de Jerusalén este, que podrían ser rodeados por fuerzas de seguridad.
Además, se destruirán las casas de los que cometan ataques unos días después, no se esperará meses como se ha hecho en varios casos, y se revocará la residencia de sus familias en Jerusalén.
El Ejército israelí ha desplegado dos batallones adicionales en la División de Judea y Samaria (nombres bíblicos para Cisjordania), tres compañías para el perímetro de Jerusalén-Cisjordania y dos batallones de refuerzo en la frontera con Gaza a causa de los disturbios que se producen también allí.