“A diferencia de otras amenazas naturales espaciales, ésta (el PAC) puede ser pronosticada con bastante seguridad si son resueltas las tareas de la detección anticipada y la evaluación de riesgos”, revela un documento del congreso internacional 'Estrategias globales y nacionales de gestión de riesgos de catástrofes y cataclismos', que tiene la agencia RIA Novosti.
“La experiencia del suceso en Cheliábinsk mostró que es necesario detectar también los objetos de más de 10 metros en el espacio cerca de la Tierra para informar sobre una posible colisión de tres a cinco horas antes del posible suceso”, dice el documento.
La superficie dañada por la onda de choque tras la caída del meteorito de Cheliábinsk el 15 de febrero de 2013 fue 6.500 kilómetros cuadrados que, por ejemplo, es 2,5 veces más que la superficie de Moscú.
La onda de choque del meteorito rompió ventanas en más de 7.000 edificios, los pedazos de cristal hirieron a más de 1.600 personas. El daño económico ascendió 1.200 millones de rublos.