El consorcio ruso, en quiebra desde 2006, pasará al gigante francés todos los logotipos que fueron diseñados, desde el que portaba el Moskovich-400, primer coche familiar ruso, hasta los recientes Sviatogor y Kniaz Vladímir.
Por otra parte, la imagen de la letra M y la marca Moskovich fue vendida al restaurante del mismo nombre ubicado en el museo de vehículos antiguos Avtoville, creado por la esposa del antiguo alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov.
Al parecer, el restaurante también se encuentra en bancarrota, pues los teléfonos que aparecen en internet para reservar una mesa actualmente no contestan, mientras los vehículos antiguos se exponen actualmente en otros centros.
Una de las posibles razones de la iniciativa del gigante galo, en opinión del diario, consiste en que Renault prevé producir sus coches de menor costo con la antigua marca rusa, y así separarlos de los más prestigiosos que seguirán portando el logotipo francés.