Este atentado, sostuvo, es un intento de influenciar en las elecciones generales fijadas para el 1 de noviembre.
"Es un ataque a la estabilidad y la democracia, pero no podrá convertir nuestro país en una Siria", remarcó el primer ministro.
Davutoglu defendió la lucha antiterrorista que llevan a cabo las autoridades.
"No hay otro país que combata el terrorismo con mayor eficacia que Turquía. Tras el atentado en Suruc (en junio pasado) detuvimos a 768 sospechosos en un día. Hace tres o cuatro días en Estambul fue neutralizado un terrorista suicida (…) Antes del acto terrorista en Ankara fue neutralizado otro suicida que preparaba un atentado contra un alto cargo del país", subrayó.
Dos explosiones estremecieron el sábado la capital turca antes del inicio de una marcha por la paz en el sudeste del país, una zona convulsionada por la ola de violencia debido al conflicto turco-kurdo.
Las detonaciones dejaron 97 muertos y más de 500 heridos.