Decenas de miles de manifestantes marcharon desde diversos puntos para converger en la plaza principal del Zócalo frente a la Catedral y el Palacio Nacional, donde decenas de jóvenes anarquistas con los rostros cubiertos lanzaron petardos pirotécnicos, pintaron la sede del poder Ejecutivo, y colocaron una bandera negra en la puerta principal con un letrero con la leyenda "El Estado te mata".
La acción ha generado la reacción de unos 5.000 policías que vigilaban la marcha –junto con delegados de organismos humanitarios oficiales y no gubernamentales acreditados–, quienes pusieron fin a la manifestación lanzando gases lacrimógenos y realizando decenas de detenciones.
Casi un centenar de personas fue atendido por paramédicos, principalmente por intoxicación de gases, mientras que un joven rebelde resultó herido en la nuca al estallarle un petardo en las manos, de acuerdo con diversos reportes de prensa.
Los manifestantes llegaron desde la histórica Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, donde hace 47 años miles de estudiantes universitarios fueron ametrallados en vísperas de los Juegos Olímpicos de 1968, con un saldo polémico aún sin esclarecer, que los peores recuentos elevan hasta 300 muertos, de los cuales sólo fue identificado casi un centenar.
Otra marcha partió desde el monumento al Ángel de la Independencia, en la cual participaron familiares de los jóvenes masacrados el 26 de septiembre del año pasado en Iguala (220 km al sur), por policías municipales confabulados con narcos –según las pesquisas federales– con saldo de seis muertos, 25 heridos y 43 desaparecidos.
¡43 JUSTICIA! #Ayotzinapa #2DeOctubreNoSeOlvida pic.twitter.com/KKDBA56ajj
— La Izq. se levanta (@radioamlo) October 2, 2015
La protesta se desarrolló sin violencia, pero con expresiones de notable indignación contra el gobierno de Enrique Peña, y el mitin recién comenzaba en la plaza principal con un minuto de silencio, cuando decenas de encapuchados boicotearon la protesta lanzando los petardos.
Los organizadores pacíficos y sus miles de seguidores decidieron abandonar la protesta entre los edificios del Centro Histórico colonial de la capital mexicana.
Hace un año, un centenar de jóvenes de la escuela rural de maestros de Ayotzinapa, Guerrero, habían ocupado cinco autobuses en Iguala, la noche del 26 de septiembre, para viajar a la Ciudad de México a la emblemática conmemoración anual de cada 2 de octubre en Tlatelolco, cuando comenzaron las agresiones a balazos y los secuestros que hasta la fecha no han sido esclarecidos.