Los casi 200 indígenas caminaron 290 kilómetros en 29 días para llegar a la capital del departamento y reunirse con el gobernador Rubén Costas. Pero el responsable no ha accedido al encuentro "por razones de agenda".
El cacique mayor de la Central Indígena Chiquitana de la provincia, Germán Bush, dijo que vió cómo el gobernador se escabullía por una puerta trasera del edificio de la gobernación.
"Es soberbio, nosotros lo hemos visto salir por la puerta de atrás, pero su vocero dice que está en San José. También sabemos que estaba de fiesta en San Miguel, entonces simplemente vemos que no le da la gana de atendernos (…) Ahora tenemos seis compañeros crucificados y así vamos a seguir si el gobernador no se sensibiliza", expresó a Radio Erbol.
Entre tanto Kathia Uriona expresó que esta movilización está promovida por el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) y aclaro que pidió a la dirigencia indígena una reunión por carta que no ha tenido respuesta.
"Veo una actitud que no entiendo, los estamos esperando y no quieren venir a reunirse", aclaro la autoridad.
Los chiquitanos, habitantes ancestrales de lo que hoy es el oriente de Bolivia, tienen raíz y se consideran dueños del 100 por ciento de las regalías hidrocarburíferas, mineras y forestales por lo que rechazan la Ley que distribuye las regalías en 50 por ciento para provincias productoras de estos recursos, 40 por ciento a las no productoras y 10 al resto de las poblaciones indígenas.
La Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH) en Santa Cruz ha cuestionado la negativa del Gobernador cruceño para abrir un espacio en su agenda que le permita resolver este conflicto.
De acuerdo a un comunicado oficial de la gobernación el departamento de Santa Cruz es el único del país en repartir regalías en sus 15 provincias y ha puesto a disposición de los marchistas a todo su gabinete para una reunión preliminar que ha sido reiteradamente rechazada.