El mandatario mexicano planteó "restringir el uso del veto en casos de violaciones graves al derecho internacional y a los derechos humanos, como son los crímenes de guerra, los crímenes de lesa humanidad y el genocidio".
El derecho de veto es ejercido por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, integrado por 15 naciones en total: China, Francia, Rusia, el Reino Unido y EEUU.
El jefe de Estado mexicano propuso avanzar en "la reforma y modernización del Consejo de Seguridad", dado que el diseño de este mecanismo, creado en 1945, "ya ha probado sus notables limitaciones".
"Es inaceptable que se llegue a utilizar el poder de veto con fines exclusivamente nacionales, frenando con ello la acción internacional", reprochó el líder latinoamericano.
Las cinco potencias miembros permanentes del Consejo de Seguridad "tienen una responsabilidad especial con la paz y la seguridad internacionales, que deben asumir en todo momento, en especial cuando se vulneran los valores más elementales", puntualizó.
De esta manera, México acompaña la iniciativa de Francia para restringir el uso del veto en casos de crímenes de guerra, de lesa humanidad y genocidio, con el objetivo de "que las resoluciones de la ONU sean más efectivas, responsables y, sobre todo, representativas de los ideales de la humanidad", dijo Peña.