"Se trata de un caso gravísimo", explicó el comunicado oficial del Ibama que detalló que, en caso de ser confirmado el mismo tipo de fraude denunciado el pasado 18 de septiembre por la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos, la multa podría alcanzar los 50 millones de reales (unos 12 millones de dólares).
Cabe recordar que el pasado martes 22 de septiembre Volkswagen reconoció públicamente que 11 millones de vehículos diésel vendidos en todo el mundo poseían un software por el cual podrían distorsionarse las emisiones de gases hasta 40 veces el nivel permitido por las leyes de EEUU.
Al día siguiente, el presidente de Volkswagen, Martin Winterkorn, presentó su dimisión declarándose en "estado de shock" por que ese tipo de irregularidades se hubiese "producido a gran escala en el grupo Volkswagen".
Con 62 años de historia en Brasil, las cuatro fábricas de Volkswagen en territorio brasileño no solamente fueron las primeras fuera del país germano sino que en este tiempo produjo más de 20 millones de vehículos de los cuales 3 millones fueron exportados a 147 países de todo el mundo, mientras que el modelo Gol acumuló 26 años consecutivos como el más vendido del país.
Con una producción cercana a los 900.000 vehículos anuales en un repertorio de 22 modelos distribuidos a través de 600 concesionarios, los efectos del escándalo en Brasil podrían suponer el fin del prestigio acumulado por la marca en el país sudamericano.